En el caso de genocidio contra Alemania, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya rechazó la solicitud de emergencia de Nicaragua. Los jueces de la ONU decidieron que Alemania no tiene que detener sus exportaciones de armamento a Israel. Además afirmaron que no hay base para imponer las medidas urgentes solicitadas por Nicaragua contra Alemania.
Sin embargo, los jueces no atendieron la solicitud de Alemania de desestimar por completo la demanda de Nicaragua. Únicamente tomaron una decisión sobre la solicitud de emergencia presentada por Nicaragua, que exigía medidas urgentes contra Alemania. El proceso principal podría extenderse durante años. Las decisiones de la corte son vinculantes.
Detener los suministros de armamento
Nicaragua llevó a Alemania ante la corte por complicidad en el genocidio en la Franja de Gaza y presentó una solicitud de emergencia al mismo tiempo. En ella, se solicitaba a Alemania detener los suministros de armamento. Según Nicaragua, los suministros de armas alemanas a Israel podrían facilitar un genocidio en la Franja de Gaza. Alemania rechazó la demanda considerándola infundada.
Este es el segundo caso de genocidio relacionado con la guerra en Gaza presentado ante la corte. A finales de 2023, Sudáfrica demandó a Israel y exigió un alto el fuego inmediato. Los jueces no lo concedieron pero instaron a Israel a hacer todo lo posible para prevenir un genocidio. Israel ha rechazado repetidamente las acusaciones de genocidio argumentando su derecho a la autodefensa tras los ataques cometidos por Hamás y otras organizaciones extremistas palestinas el 7 de octubre de 2023.
Argumentos de Alemania
Nicaragua argumentó que Alemania aprobó entregas de armas por un valor de 326,5 millones de euros a Israel durante el año pasado, diez veces más que el año anterior. Sin embargo, según los jueces, Alemania ha explicado de manera plausible que el 98% de esos suministros eran armamento general como cascos o chalecos antibalas, y no armas de combate. La corte también desestimó la acusación de que Alemania había suspendido las ayudas a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos UNRWA en la Franja de Gaza, violando así el derecho humanitario.
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